El plan de eficiencia energética pretende reducir costes y mejorar la competitividad de cualquier organización. Este plan consiste en un documento donde se recoge los datos de consumo energético de la empresa, incidiendo en las estrategias y planificación a adoptar para alcanzar los objetivos que se pretenden conseguir en materia de ahorro energético.
Veamos las fases de un plan de eficiencia energética básico:
- Análisis
Este punto nos dará una visión objetiva de la situación de la instalación que será muy útil para conocer donde se debe mejorar.
Se debe realizar un estudio de, al menos, los siguientes factores de la empresa:
- Análisis de los suministros energéticos, identificando las fuentes de energía eléctrica, combustibles o de otro tipo, obteniendo su perfil de consumo y su balance energético
- Análisis de los costes energéticos, cuantificando el coste que supone cada fuente de energía, dando como resultado un porcentaje sobre el coste total. Esto es el balance energético por precio de fuentes.
- Análisis de los usos. En este punto se recoge la distribución energética por cada una de las fuentes según su uso. Por ejemplo, un desglose por sistemas como climatización, iluminación, sistemas informáticos, etc.
- Análisis del proceso de producción. Incluye los principales procesos de producción y analiza el perfil de su uso energético, identificando los equipos consumidores de energía. Servirá para caracterizar el consumo energético de los procesos, identificar los usos energía y para hacer el seguimiento del plan de eficiencia energética.
- Objetivos
En esta fase se debe incluir los objetivos marcados, es decir, las metas que se pretende conseguir tanto a corto como a largo plazo. Es muy importante que estos objetivos sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y a tiempo. Un ejemplo podría ser reducir los costes de combustible de los vehículos comerciales de la empresa en un 15% en 12 meses.
Se anotará cada uno de los objetivos en el plan de eficiencia energética, especificando una fecha límite o plazo para empezar a organizar las acciones. Los objetivos deben establecerse con el mayor consenso de las personas participantes en el plan de eficiencia energética, desde la dirección, pasando por los responsables de cada área involucrada, mantenimiento, producción, etc. Hay que conseguir el mayor compromiso del personal de la empresa como motor para la implantación de las acciones y consecución de los objetivos.
- Acciones
Este apartado puede variar mucho dependiendo del tipo de empresa o instalación en que se vaya a implementar el plan y de cuáles sean los objetivos. Para poder definir las acciones de mejora que se pondrán en marcha se debe tener en cuenta los objetivos marcados y plantear la forma en que se pueden alcanzar.
Algunas estrategias de eficiencia podrían ser: analizar los desplazamientos de cada usuario de los vehículos comerciales y que los que se desplazan a mayor distancia utilicen los vehículos con menor consumo, otra acción podría ser sustituir los vehículos por otros con menor consumo, o cursos de conducción eficiente, o promover o incentivar el transporte colectivo entre trabajadores, etc.
Lo ideal en esta fase de acciones es empezar con las acciones más específicas y donde se haya identificado una mayor mejora en la eficiencia energética. La meta es comenzar con acciones que se puedan asumir e ir marcando objetivos más ambiciosos con el tiempo.
- Revisión
La revisión del plan implica identificar los resultados a medida que se vaya ejecutando. Este punto es imprescindible ya que se obtiene un balance de la situación, de manera que permite comprobar si los objetivos definidos son realistas y replantear las acciones en caso de ser necesario. El plan deberá revisarse regularmente para evitar desviaciones de los objetivos.
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Fuente: https://fornieles.es/
