La reducción de la demanda energética consiste en una estrategia pasiva directamente relacionada con la envolvente térmica y el control de la renovación de aire del edificio. Consiste en la aplicación de una serie de medidas que afectan a fachadas, huecos (vidrios y marcos), particiones, suelos y cubiertas. Su objetivo es reducir el consumo energético garantizando la temperatura interior de confort.
Os detallamos a continuación medidas de eficiencia energética que podemos aplicar al edificio desde la perspectiva del ahorro, para mejorar su eficiencia energética y reducir su demanda de energía.
Con MEJORAS EN LA ENVOLVENTE TÉRMICA se consigue reducir las pérdidas o ganancias de energía de la vivienda, de manera que en verano se reduce el flujo de calor desde el exterior al interior y en invierno se evita perder el calor del interior hacia el exterior, optimizando así el comportamiento energético de la envolvente y consiguiendo reducir las demandas de energía para calefacción en invierno, así como para refrigeración en verano, estas medidas son las siguientes:
- Mejorar del aislamiento térmico. Disponiendo de paneles de aislante térmico en fachadas, cubiertas, falsos techos y de suelos cuando se trate de elementos horizontales sobre espacio exterior o locales no calefactados. En el caso de fachada es muy importante la posición de este puesto que al trasdosarlo exteriormente se consigue que todas las capas del cerramiento se encuentren a una temperatura aproximada a la del ambiente interior, mejorándose notablemente el aislamiento térmico, eliminado todos los puentes térmicos y evitando condensaciones, siendo no obstante la solución más cara por el coste que supone el montaje de andamios y medios auxiliares. El trasdosado interior es muy económico, pero menos recomendable por que deja zonas con riesgo de condensaciones y puentes térmicos. También existe la posibilidad de rellenar las cámaras de aire con un aislante térmico en su interior, siendo esta una solución intermedia entre ambas que también deja puentes térmicos.
- Sustitución de carpinterías y vidrios. De forma que se dispongan carpinterías con rotura de puente térmico, sistemas de doble acristalamiento con cámara de aire tipo climalit, vidrios con un factor solar bajo o de baja emisividad con un tratamiento que consiga reflejar gran parte de la radiación solar que reciben y por lo tanto reducen notablemente la carga que por radiación solar pueda entrar al interior del edificio. Se recomienda colocación de cajones de persiana con aislamiento térmico incluido y persianas con lamas con aislamiento en su interior. Es conveniente también sustituir la carpintería por otras con la permeabilidad al aire adecuada, según la severidad climática de la zona donde este ubicado.
- Aislar adecuadamente las zonas con puentes térmicos. En las zonas donde se interrumpe el cerramiento y pierde su inercia térmica, se debe de reforzar el aislamiento, en cajones de persiana, encuentros con pilares, encuentros con forjados, y sobre todo en aquellos edificios en los que, para colocar radiadores para calefacción, existía una hornacina debajo de las ventanas. Si es posible, siempre es conveniente colocar el aislamiento por el exterior de la zona donde se localice el puente térmico.
- Mejorar las condiciones de ventilación del edificio y de los espacios bajo cubierta.Siempre es conveniente que se realice una adecuada ventilación que garantice la calidad de aire interior. En zonas climáticas más cálidas, esta ventilación es todavía más importante sobre todo en verano, siendo conveniente realizar ventilación natural cruzada y la ventilación nocturna, de forma que se conseguirá la pérdida de energía y disipar el calor acumulado en los cerramientos durante el día, por tanto es recomendable en edificios antiguos de estas zonas mejorar su envolvente al objeto de mejorar su permeabilidad y reducir su estanqueidad, mientras que en climas más fríos se debería de actuar a la inversa, disminuyendo la permeabilidad y aumentando la estanqueidad.
Otra de las medidas consiste en MEJORAR EL RENDIMIENTO EN LAS INSTALACIONES DE CALEFACCIÓN, REFRIGERACIÓN, AGUA CALIENTE SANITARIA E ILUMINACIÓN
- Sustitución de los equipos de la instalación de calefacción por agua y agua caliente sanitaria por otros de mayor rendimiento.Sustitución de calderas por otras de alto rendimiento, como son las calderas de condensación, calderas de biomasa o bien por una bomba de calor aire-agua que intercambia calor con un circuito hidráulico, siendo más eficiente el sistema de calefacción por suelo radiante.
- Sustitución de los equipos de aire acondicionado por otros de mayor rendimiento.La mayor parte de hogares disponen actualmente de estos equipos, normalmente bombas de calor, con un split interior y una unidad exterior, debiéndose sustituir por otros de menor consumo y mayor eficiencia energética como las bombas de calor aire-aire de alta eficiencia.
- Mejorar la red de distribución de calefacción y agua caliente sanitaria. Además de aislar las tuberías de la red de distribución, incorporar válvulas termostáticas en los radiadores ayuda a disminuir las pérdidas de calor y a conseguir una instalación más eficiente. también es conveniente que los equipos de regulación y control de la instalación, como interruptores, programadores o termostatos sean de fácil acceso y que sean programados correctamente.
- Mejorar del rendimiento en las instalaciones de iluminación y otro equipamiento eléctrico.Mediante la sustitución de las lámparas por otras de bajo consumo y de alta eficiencia energética, y disponiendo de sistemas de control de iluminación, el resto de los equipos de consumo eléctrico y electrodomésticos, es conveniente que dispongan una calificación energética A o superior.
- Establecer sistemas de domótica para el control de los periodos de puesta en servicio acorde a los horarios de ocupación de cada zona del edificio y mejorar el mantenimiento de las instalaciones.La introducción de domótica y la automatización sobre todo si tuviésemos el caso de una rehabilitación de un edificio destinado a oficinas, nos van a permitir sacar el máximo partido y realizar una gestión más eficiente de las instalaciones térmicas del edificio, en función de las condiciones climáticas exteriores y la demanda.
INSTALACIÓN DE ENERGÍAS RENOVABLES. En este caso la aplicación de energías renovables como pueden ser energía solar térmica para la producción de agua caliente o bien energía solar fotovoltaica para producción de electricidad, siempre que por las características del edificio y de sus instalaciones permitan que dicha implantación sea viable desde el punto de vista técnico y económico. De no ser así se deberá optar por implantar sistemas con instalaciones y equipos de alta eficiencia energética.
MODIFICACIONES EN LOS HÁBITOS DE LOS USUARIOS. Es muy frecuente que los usuarios programen la calefacción o la refrigeración a temperaturas que no sólo a veces están fuera de los parámetros de confort térmico, sino que también suponen un aumento desproporcionado del consumo energético, de forma que, si reducimos la temperatura de nuestra calefacción sólo 1°C, podemos conseguir un ahorro energético de entre un 5 y un 10% y evitar 300kg de emisiones de CO2 por hogar y año. Unos 20°C es suficiente para tener una temperatura adecuada. Se debe programar el termostato para que se desconecte cuando no estamos en casa o mantener una temperatura agradable, pudiéndose alcanzar un ahorro entre un 7 y un 15% de energía.
En el caso de edificios de Vivienda plurifamiliar existentes, con la implantación simultánea de energía solar térmica para agua caliente sanitaria y calefacción con bomba de calor de alta eficiencia energética junto con las medidas de mejora de la envolvente térmica comentadas, se podría conseguir ahorros energéticos que oscilarían entre un 70% y un 80%, y una reducción de emisiones de CO2 entre un 40% y un 60%.
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Fuente: https://ovacen.com/